Aconquija significa “Nieve que se forma en la altura junto a la luna” es el pico más alto del valle donde duermen nieves eternas. Ubicado en Catamarca provincia al noroeste de Argentina.
Una Residencia de Arte me permitió volver a viajar luego de casi un año de cuarentena; salir de mi casa, de mi barrio y mi ciudad natal para volver a encontrarme con la naturaleza, su calma y mi propia soledad.
Me conecté con sus paisajes, con la quietud y el silencio, con las nubes que bajan a respirar el calor de la tierra. Pude conectarme con los brillos y sus sombras que caminan por las sierras, sus horizontes ondulados y suaves.
Los entornos naturales, siempre hacen que tenga ganas de volverme una con ellos. Estar en soledad en y con la naturaleza es una gran compañía y reflejo del propio estado. Acercarse a las pequeñeces naturales: una piedra, las gotas sobre las hojas, el sonido de los pastos bailando con el viento, los zumbidos de los insectos conversando con las flores.
Esta serie nace del contacto minucioso con ese valle mágico que me invito a realizar una acción performática espontanea en la que me fundo con la naturaleza, me camuflo. Tocarla es tocarme, es tocarte y conectarme con mi cuerpo, con otros cuerpos. Sentirme acompañada pese a la distancia emocional y física que conllevan estos tiempos. Tocar con todo el cuerpo no solo con las manos. Sentirme en eso que toco, perdiendo los límites del propio cuerpo conectando con la energía vital del universo que vibra en todo lo que existe.
Silencio no es silencio.
Es otro sonido.
Atento, escuchado.
Otro sonido percibido, tenido en cuenta, consciente.
El silencio suena diferente en lugares distintos.
El sonido y el silencio se escuchan distinto.
Un silencio mucho más silencioso.
Me atrae mucho más escuchar el silencio que escuchar los sonidos que ya conozco, y reconozco.
Poca música.
El silencio es otra música.
Otra música
2´51´´
1920 x 1080 Video digital color HD
Sonido Estéreo
Catamarca
2021